Cómo sosegar los fantasmas
si la estela celeste quedó en mí
cuerpo inútil que luce estéril
en la vitrina de una tienda de antigüedades
circundante una vieja calle abandonada,
que visito en contadas ocasiones
con el fin de presenciar un espectáculo
que sólo yo sigo con mucha atención,
los demás asistentes están postrados
en sus asientos cantando la misma canción una y otra vez
El proscenio presenta ambiente parsimonioso,
paso a paso se da la forma pura y silenciosa
Me deja en trance absoluto, en ese momento
me doy cuenta de la decadencia en que estamos,
el honor ya no tiene relevancia
y así me retiro, tan femenina
,taciturna y fuera de línea ni contexto.
“La palabra me enmudece”
Al final bosquejo un concepto de bondad y establezco mi “fortuna”
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